5 claves para cuidar la salud dental de tu caballo
Una alimentación variada y revisiones anuales por parte del veterinario son los mejores consejos.
La salud dental de un caballo es una prioridad que todo cuidador debe tener con su animal de manera permanente. Además de ser una parte de su cuerpo fundamental para la masticación de los alimentos, unos buenos dientes nos ayudan a conocer el estado físico y de salud del equino y el rendimiento que puede ofrecer. La dentadura de un caballo también es indicadora de su edad. Así que resulta muy importante revisar de vez en cuando el estado de la boca de nuestros caballos.
Por norma, un caballo adulto tiene un total de 36 dientes que hay examinar a fondo de vez en cuando para evitar molestias y dolencias más graves. Antes de detectar el problema, vamos a ofrecerte una serie de pautas y consejos claves para cuidar la salud dental de tu caballo:
Consejos
1) Las revisiones, que deben ser anuales (e incluso dos veces al año), tiene que hacerlas un veterinario especialista en odontología equina. Nadie mejor que él conoce la anatomía de un equino, sobre todo su boca. Es el profesional que mejor nos puede aconsejar al respecto.
2) Un aspecto básico a tener en cuenta es la alimentación. Debe ser variada. Si el equino solo come pienso, sus muelas se desgastan solo por un lado, lo que le puede producir cortes en la boca. Y con posterioridad habrá que limarle algunos dientes. Resulta fundamental que el animal coma bien, de manera espaciada. Es decir, que se alimente lentamente durante largos periodos de tiempo. Los sacos, paños y balas de Portoverde cumplen esa función a la perfección. El caballo come a través de una red que, dependiendo del tamaño del agujero que tenga, lo hará en mayor o menor cantidad en cada bocado.
3) Prevenir es mejor que curar. No está de más que el cuidador de un caballo le examine a diario sus dientes. Sea el equino joven o adulto. Un mantenimiento preventivo como parte de la rutina del cuidado diario del animal podrá evitar males mayores en el futuro.
4) Una dentadura que no ha sido cuidada repercute en la salud del caballo. Las molestias en la boca pueden provocarle trastornos alimenticios. Por ejemplo, una mala digestión puede derivar en un cólico. Así como en estrés posterior.
5) Si el caballo ya padece problemas y ha perdido algún diente, no debemos alarmarnos. A partir de los 20 años de edad al equino se le va cayendo parte de su dentadura, es algo normal con el paso del tiempo. En algunos casos hay que ofrecerles piensos adaptados, que se puedan digerir con poca masticación.
Si preservamos de forma correcta la salud dental de nuestro caballo, su rendimiento en el trabajo mejorará. Aparte de sentirse bien consigo mismo, su bienestar redunda también en nuestro ánimo, ya que desempeñará mucho mejor las tareas que tenga asignadas. Por eso hay que poner mucha atención en la dosificación del alimento.
Gracias a las redes Portoverde, el caballo puede comer más despacio y durante más tiempo, por lo que de esta forma se protege su sistema digestivo. El cuidador solo debe rellenar la red y el equino se suministra la comida él solo durante todo el día. Es el Slow Feeding, una nueva y revolucionaria forma de dar de comer al caballo. Lo ideal para la boca del equino es que mastique muchas horas, y que coma alimentos que le hagan ejercitar las muelas (no muy blandos)