Protectores para caballos
Los mejores amortiguadores deben ser de fácil limpieza y con relleno de pelaje suave
Si somos propietarios de un caballo, uno de los aspectos que más atención debemos prestar es en su cuidado. Su bienestar es una obligación para nosotros. Por ello, y como motivo de precaución, tenemos que evitar que sufran lesiones y rozaduras en sus patas. No está de más que nos hagamos con unos buenos protectores para caballos que redundarán en una mejor salud del equino.
Escoger un óptimo protector para las extremidades del caballo le comporta una serie de beneficios que aquí pasamos a enumerar: estimula su circulación, le acelera el metabolismo, aporta más cantidad de oxígeno a células y tejidos, refuerza el sistema inmunitario, regula el PH de su organismo, reduce la presión sanguínea y elimina toxinas.

¿Cómo debe ser el mejor protector para nuestro caballo?
De fácil limpieza, a ser posible con relleno de pelaje suave y agradable al tacto para que el animal se sienta cómodo, y duro, elaborado con materiales resistentes que amortigüen los impactos. Los protectores que más se utilizan son los fabricados en neopreno (la parte exterior) y de plástico endurecido (su parte interna). La mayoría llevan cierres de velcro que permiten la sujeción de los tendones.
Existen diversos tipos de protectores para caballos. Los hay de salto, para los que practican doma, protectores laterales, de cross... Estos amortiguadores protegen dos zonas del equino: el menudillo (articulación situada entre la caña y la cuartilla) y la caña (parte del miembro delantero situado entre el corvejón y le menudillo). Resultan fáciles de colocar y de limpiar, por lo que son idóneos para el ejercicio diario.
“Las vendas se adaptan mejor a la extremidad del equino y ofrecen más agarre
Otro tipo de protecciones son las campanas, que salvaguardan las coronas y los talones de los caballos. No podemos olvidarnos de las vendas, utilizadas para proteger las extremidades del animal en el trabajo y sobre todo en el caso de los caballos con pieles sensibles. Estas se adaptan mejor a la extremidad del equino y ofrecen más agarre, pero por contra tienen el inconveniente de que resulta más complicado ponerlas de forma correcta y podemos lastimar al animal. Hay que usarlas siempre con paños debajo para absorber los posibles golpes.
En general, dos de los protectores más habituales para caballos son los cerrados y los abiertos. Los primeros protegen el tendón, la caña y los menudillos, y pueden usarse para las extremidades delanteras y las traseras. Por su parte, los protectores abiertos apenas cubren los tendones. Suelen emplearse sobre todo en la hípica, en concreto en el concurso de salto de obstáculos. También se venden protectores de menudillos simétricos a juego con los protectores.
“ Los protectores de descanso son almohadillados porque permiten recuperar y mantener calientes las patas del animal
Tras una agotadora jornada de trabajo llega el asueto. Los protectores de descanso suelen ser almohadillados porque su función es la de recuperar y mantener calientes las extremidades equinas, así como proteger eficazmente los ligamentos y tendones.
Junto a los ya enumerados, podemos citar otro tipo de protecciones a tener en cuenta. Las que se utilizan en el transporte de los caballos. Al no sentirse cómodos cuando son trasladados de un lugar a otro, no paran de moverse y se pueden golpear las patas. Aquí entran en juego este tipo de amortiguadores, que ofrecen una amplia protección acolchada y suave de las extremidades para que el animal no padezca. Son de fácil colocación.
Como hemos visto, los protectores para caballos son esenciales para que el animal no sufra lesiones. No hay prácticamente ningún momento en el que un equino pueda estar sin defensas. También esencial para su salud es que cuente con una buena alimentación. La tienda online de Portoverde dispone de una amplia gama de accesorios para la nutrición del equino, como sacos y paños para almacenar el heno que ingieren a diario. Sencillos de instalar y muy prácticos.